jueves, 17 de enero de 2013

La bendición de animales en San Antón







Recordará el querido lector que el pasado año, al tratar en uno de estos artículos la fiesta de San Antón en Roma, mencioné, ciertamente un tanto de pasada, como el Rituale Romanum recogía fórmulas de bendición para aves, abejas, ovejas, gusanos de seda, vacas, caballos, etc. Sin embargo, también existió una específica de bendición de animales para el día de su santo patrón, no recogida en aquel libro litúrgico. El origen de la misma resale a cuando el cardenal Próspero Lambertini -futuro Benedicto XIV- siendo arzobispo de Bolonia, ordenó sustituir las variadas fórmulas que a tal efecto utilizaban los sacerdotes de su diócesis por la que los antonianos habían popularizado en Roma, "pues a todos es patente cuánto importa la uniformidad en las Sagradas Ceremonias, sin dejar lugar a que cada uno las invente según su capricho".

Como en 1764, el agustino fray Juan Facundo Raulín tradujo al castellano todas las instrucciones pastorales del cardenal Lambertini, y entre ellas la relativa a la bendición de animales, pronto se difundió dicha fórmula romana entre nosotros, como denota su penetración entre nuestros rituales diocesanos.


BENEDICTIO EQUORUM ET ANIMALIUM, IN DIE SANCTI ANTONII ABBATIS, FACIENDA.


V. Adjutorium nostrum in nomine Domini.  R. Qui fecit coelum et terram. V. Domine, exaudi orationem meam. R. Et clamor meus ad te veniat. V. Dominus vobiscum. R. Et cum spiritu tuo.





Oremus.
Deus refugium nostrum, et virtus, adesto piis Ecclesiae tuae precibus, auctor ipse pietatis, et praesta; ut quod fideliter petimus, efficaciter consequamur. Per Christum Dominum nostrum. R. Amen.




Oremus.
Omnipotens sempiterne Deus, qui gloriosum beatum Antonium variis tentationibus probatum inter mundi hujus turbines illaesum transire fecisti: concede famulis tuis; ut et praeclaro ipsius proficiamus exemplo, et a praesentis vitae periculis ejus meritis et intercessione liberemur. Per Christum Dominum nostrum. R. Amén



Oremus
Benedictionem tuam, Domine, haec animalia accipiant, qua corpore salventur, et ab omni malo per intercessionem beati Antonii liberentur. Per Christum Dominum nostrum. R. Amén.



martes, 15 de enero de 2013

Baltasar Gracián y la nueva catedral de Puerto Príncipe






Comprenderá el querido lector que, tras examinar detenidamente los planos de ese despropósito de catedral antisísmica que pretenden levantar en Puerto Príncipe, me haya venido a la memoria aquello del Padre Gracián.

"No se contenta el ingenio con sola la verdad, como el juicio, sino que aspira a la hermosura. Poco fuera en la arquitectura asegurar firmeza, si no atendiera al ornato."
Agudeza y arte de ingenio (Huesca1648)







jueves, 10 de enero de 2013

La magdalena de Proust


Georges Croegaert (III)




"En el mismo instante en que ese sorbo de té mezclado con sabor a pastel tocó mi paladar... el recuerdo se hizo presente... Era el mismo sabor de aquella magdalena que mi tía me daba los sábados por la mañana. Tan pronto como reconocí los sabores de aquella magdalena... apareció la casa gris y su fachada, y con la casa la ciudad, la plaza a la que se me enviaba antes del mediodía, las calles..."

Me perdonará el querido lector la digresión proustiana, porque no será té precisamente lo de la copa, y acaso desee su eminencia más olvidar que recordar, pero es que la obra se titula sosamente "El cardenal en la mesa de comedor" y algo había que inventar para presentarla. 

martes, 8 de enero de 2013

¿Muslo o pechuga?


Georges Croegaert (II)



     El cuadro en realidad se titula Bon appetit, lo que inequívocamente denota que nuestro purpurado acaba de interpelarnos con el acostumbrado y siempre exquisito "¿Ustedes gustan?". No cabe duda de que esa breve conversación casi automática le ha servido para ganar tiempo antes de decantarse por una de las dos alternativas alimenticias que se le plantean y es que, como puede comprobar el querido lector, su eminencia fija los ojos en su faisán segundos antes de comenzar a trincharlo, consciente de que se encuentra ante una las tomas de posición más complejas de su ya largo pontificado, la siempre difícil encrucijada ¿Muslo o pechuga?. Y no piensen que frivolizo, o que sólo trato de imitar con esta entrada el estilo de mi amigo Fortea, pues el asunto tiene su miga, que, como decía Benjamin Franklin, "la peor decisión es la indecisión".